
Lo que caracteriza a los imazighen (amaziges) es su lengua, a la que llaman tamazight (conocida en otras lenguas como amazigh o amazighe; la palabra bereber está cayendo en desuso). Este término unitario remite a una verdadera familia lingüística que abarca varias lenguas (cabilio, tachelhit, tarifit, tuareg…), que comparten todas ellas un pasado común. Tienen una larga historia que atestiguan numerosas inscripciones del primer milenio antes de Cristo. Encontramos estas inscripciones en casi todo el norte de África, desde Libia hasta las islas Canarias. Los tuaregs han conservado el alfabeto de estas inscripciones, lo usan habitualmente y lo llaman tifinagh. Marruecos adoptó oficialmente una variedad moderna de esta escritura para escribir el amazige, lengua que declaró recientemente lengua oficial junto al árabe (al igual que en Argelia, donde prevalece el uso del alfabeto latino; en Mali y Níger, es una “lengua nacional”). Las lenguas amaziges, que antaño se hablaban en todo el Norte de África, han sido suplantadas por variedades dialectales del árabe en varias regiones, pero su uso sigue siendo muy extendido: se estima que cuentan con unos cuarenta millones de hablantes, desde el oasis de Siwa, en Egipto, hasta Mauritania, pasando por Libia, Túnez, Argelia, Marruecos, Mali, Níger y Burkina Faso.

El entorno geográfico ha sido un factor determinante para la conservación de estas lenguas: las montañas y los lugares aislados han favorecido su supervivencia hasta nuestros días. A lo largo de la historia, se emplearon varios alfabetos para escribirlas, sobre todo el árabe, en manuscritos que se remontan a la Edad Media, pero también, más recientemente, en caracteres latinos y tifinagh. Cada lengua amazige goza de una literatura rica, antaño principalmente oral, pero que se expresa hoy también por escrito y a través de los medios de comunicación modernos (libros, revistas, películas, televisión, internet). Gracias al carácter universal de la música, que no necesita traducción, la canción ha permitido la difusión del conocimiento de la lengua amazige entre el público internacional a lo largo de las últimas décadas, combinando letra y ritmos tradicionales adaptados a los instrumentos y a la sensibilidad del mundo moderno.
Vermondo Brugnatelli
Director del Centro Studi Camito-Semitici de Milán